referències

15/11/10
El pacte autobiogràfic. Philippe Lejeune.
"Es la promesa de decir la verdad sobre sí mismo. Esto se opone al pacto de ficción. Uno se compromete a decir la verdad de sí mismo tal como uno mismo la ve."
Entrevista con Philippe Lejeune Por Manuel Alberca

Què és l'autoficció? Algunes definicions
Blog de literatura: Autoficción. Estudios sobre una forma literaria diferente

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13/12/10
Article comentat
Atlas de Geografía Humana. Olga Merino
El Periódico. La Rueda, viernes 10 de diciembre de 2010


La piel tiene memoria. Los recuerdos de lo vivido escriben su peculiar caligrafía sobre el cuerpo. Nada más nacer, cuando la comadrona nos agarra por los pies, obtenemos la primera sutura: el ombligo; un corte limpio al cordón umbilical que nos unía a la inocencia y, hala, majos, aprended a vivir. Durante la infancia se superponen en la carne cicatrices más o menos simpáticas: el topetazo con la bicicleta, el labio partido tras la caída de un columpio, la niña con trenzas que metió la pierna en una alcantarilla y se la desolló. Más tarde aparecen los costurones de la madurez: cesáreas, estrías, la operación de apendicitis (hasta hace poco las apendicectomías dejaban en la tripa unos chirlos exagerados, de navajazo esquinero). La cartografía epitelial tiende a complicarse con el tiempo, y quizá por ello sea mejor dejar aquí la exploración, que hoy es viernes. Después de todo, las escaras físicas acaban por desdibujarse, y dicen que ahora el láser ayuda a disimularlas. Hace ya algunos años, en una diminuta isla del Caribe, un negro me contó que allí se curaban las cicatrices con conchas de molusco molidas y mezcladas con agua y jugo de limón. Aquel buscavidas se llamaba Clímaco y era alto como una palmera.
En realidad, una servidora de lo que pretendía hablar era de las otras heridas, las invisibles, las del bolero Se te olvida («…pues llevamos en el alma cicatrices imposibles de borrar»). Las casas en las que hemos vivido y debemos abandonar, las ciudades que nos acogieron y fueron nuestras, pequeños fracasos, los sueños hechos añicos, lo que pudo haber sido, los amigos que se quedaron atrás, la sangre enterrada, alguna traición, tantos malentendidos, las palabras que no dijimos a tiempo. ¿Dónde se esconden todas esas sajaduras que no dejan huella? En verdad, las cicatrices que no se ven son las que nos amasan como los seres que somos. La escritora Jane Bowles, sepultada en Málaga, en el antiguo cementerio de San Miguel, sabía dónde se ocultan: «Carga, como un diamante clavado en el pecho, con tu primer sufrimiento, porque de él procede toda tu ternura».


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31/01/11
Llibre comentat sobre literatura autobiogràfica





http://www.goodreads.com/photo/author/56176.Annie_Ernaux

Entrevista a l'autora Annie Ernaux a El Pais, 2008.