7 de febr. 2011

Tximo

Esta mañana leo tu carta. La misma letra con el rotulador azul pero con nuevas palabras. Después de 16 años seguimos aquí, uno al final del otro.

Yo era una niña pero me enseñaste a escribir y a decir la verdad en cada verso, en cada letra. Me protegiste de mi vulnerabilidad y de mi crudeza. Cuidaste mi pequeño mundo y me ayudaste a sobrevivir.
Eran cartas de una nueva vida, entre Mataró y Castellón.

Esta mañana escribo palabras de madurez y dejo un espacio para estar juntos, para encontrarnos después de la pérdida en la poesía.


Rosa Ojeda. 05.02.2010

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